Llegó la “parca” a buscarme… cuando mas débil me encontraba.
“Cloto”… hilaba telarañas para atraparme mientras yo me defendía.
“Láquesis”… devanaba mis esperazas con ahínco y decisión mientras yo dormía.
“Átropos”… intentaba cortar con empeño el hilo que me aferra a la vida.
Deidades que acechaban mi cuerpo como hienas hambrientas…
día tras día, noche tras noche, esperando mi debilidad o su momento.
Pasaban las semanas muy lentamente…
Un día se acercaba la “parca”, otro… me alejaba yo de ella.
Librábamos toda una guerra sin cuartel.
¿Quién ganaría de los dos, “Ella” o yo?
Pasaban los días semanas y meses sin apenas tregua alguna, las fuerzas se desvanecían.
Y tú… esperando impertérrita como siempre, “parca” carroñera.
Pero a mi aún… me quedaba orgullo para seguir luchando sacando fuerzas de flaqueza.
Y llegó el día en que me levanté, como el ave fénix resurgiendo de sus cenizas.
Y ni “Cloto”, ni “Láquesis”, ni “Átropos”, consiguieron hacerse con mi vida.
“Parca”, que con el tiempo te hiciste amiga mía…
yo a ti te digo, que sí, que terminarás ganándome,
pero tendrás que esperar a llevarme quizás… en otro día.
**Parece ser que dentro de muy poco nos miraremos otra
vez a la cara y te aviso, pienso vencerte de nuevo**
…Carlos Ortiz V…
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